Aprovechando que hoy se celebra el aniversario de este santo rincón de las redes internáuticas y persistiendo en que el jefazo sigue con sus ya habituales problemas técnicos decidimos aplazar la presente entrada correspondiente a un servidor al día de hoy y que debió publicarse el pasado sábado. Pese a todo, llego una semana más (y ya van cuatro, quien lo hubiera dicho, tanto ustedes como yo, para desgracia de ambos) con cierto resquemor ya que la campaña a favor de la adquisición de mi isla no ha tenido calado popular. En vuestras conciencias, amadísimos lectores, quede de por vida. Pero como no soy rencoroso voy a hacer como si nada hubiera pasado. Además, nuestros vecinos helenos parece que ya han encontrado una solución a partir de ayudas de diferentes países, aunque de momento parece ser que aseguran que no es necesario. A saber, Zapatitos también dijo que no había crisis y se la encontró de cara una mañana al abrir la puerta de casa para recoger el periódico; pero bueno, yo no le culpo, porque la culpa fue del Cha-cha-chá.
Ahora te ayudo yo y luego me ayudas tú, compadre. Eso es lo que tendremos que decir lo españoles a los griegos porque nuestro país será el cuarto en dar una mayor aportación dentro del plan de ayudas para salvar a Grecia de la situación en la que se encuentra, aunque su gobierno aún no lo tenga muy claro que el panorama sea para tanto. España participa en las ayudas y en total va a salir la cosa por unos ochenta euros por cabeza, es decir, algo más de 3500 millones de euros que saldrán de las arcas nacionales. Para los que no estén muy de acuerdo, y si les sirve de consuelo, otros países aportan más capital, ya que sólo entre los franceses y los alemanes van a sumar entre los dos unos 15 mil millones de euros, la mitad del presupuesto para el plan de apoyo, aunque pese a toda la parafernalia, Giorgos Papakonstantinou, ministro de Finanzas griego, asegura que aún no es necesaria la puesta en marcha del plan.
Seamos o no los próximos en necesitar ayuda las cosas pintan tal y como les digo, les guste o no. Todavía no me ha quedado claro si estamos en crisis, se lo han inventado o nos los han hecho creer, lo único que sé es que ya nadie se acuerda de la temida gripe A, la pandemia que nos iba a meter a todos en la cajita de pino; de modo, que esperemos que la crisis económica tenga pronto un final parecido.
verbis@marcandoelcontrapunto.es
Los que lo vivieron -y conozco muchos- dicen que no estaría mal volver a vivir un buen año 40, "el año del hambre" para que se nos quitasen un poco las tonterías (y los kilos). No me gusta la crisis, pero intentaré aprovechar para ir a Grecia y contribuir con mi aportación turística.