A la tercera no va la vencida


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Ya lo advertí en su momento y algunos no me hicieron caso: si quieren ahorrarse un martirio innecesario no aparezcan por esta santa casa virtual los segundos sábados de cada mes y pasen de psicoanalizarse a viajar por el mundo, rematando el mes con la gastronomía. Ahora, para delirio de la contrapunteros el jefazo vuelve, como en los tiempos mozos, a escribir diariamente después de su dilatado periodo vacacional obligado por cuestiones técnicas, según asegura él mismo, aunque no seré yo quien ponga en duda semejante contratiempo. La única desventaja que le encuentro a que el próximo miércoles este espacio se encuentre actualizado como corresponde es que Pilar Rubio deje de darnos la bienvenida desde que el jefazo le cediera por tiempo indefinido la sección de «Por esas boquitas», ese breve y perspicaz espacio casi dedicado en tiempos pasados al primer ministro italiano para gusto y disfrute de muchos de los lectores.

Sea como sea, aquellos que aún persisten en teclear la dirección de este rincón del ciberespacio en la red llegarán con la duda de si esta vez, por ser la tercera y haciendo honor al dicho, el arriba firmante se dignará a contar algo interesante o de presunta utilidad. Pues bien, esta vez tampoco será para desgracia de ustedes; de modo que esperemos que la entrega primaveral del mes de abril, y después de en las santas fechas que se avecinan, me de un rayito de lucidez para no amargarles la existencia con peroratas como ésta. Sin embargo, no se apuren porque les traigo una posible solución para que no tengan que sufrirme más, aunque, eso sí, debo advertirles de que no les saldrá precisamente barato porque todo en esta vida tiene un precio como bien le dije al jefazo el día que surgió la idea de colaborar en este bitácoras.

La forma es bien sencilla y pueden consultarla con los dos parlamentarios alemanes que han dado con la solución al grave problema económico que viven los griegos y que va más allá de nuestra querida crisis. Josef Schlarmann y Frank Schäffler, dos diputados del gobierno de Angela Merkel, declararon al diario alemán Bild que Grecia podría hacer frente a su delicada situación financiera vendiendo algunas de las casi seis mil islas deshabitadas que posee el territorio heleno como medida para que otros países -entre ellos el germano, claro está- no se viesen en la obligación de aportar la ayuda económica que se precisa para salvar de la bancarrota al país que preside Karolos Papoulias. No entro en si las declaraciones de los parlamentarios germanos Joselito y Paco son acertadas dentro del contexto político europeo, pero no me negarán que es una ocasión inmejorable para que entre todos ustedes hagan una colecta aportando un pequeño granito de arena y me pierdan de vista. Yo me sentiré triste si toman esta decisión, pero prometo mandar documento postal personalizado a todos y cada uno de los interesados que se tomen las molestias de apoyar la causa.

verbis@marcandoelcontrapunto.es

2 Responses to “A la tercera no va la vencida”

  1. A más de uno le gustaría poder permitirse ese lujito, pero, ni mucho menos por perderle de vista señor Roquette.

    Si, si, por fín volvemos a la carga, pero el lunes, no el miércoles, ¡Ay, esa vuelta de las vacaciones le han trastornado los horarios!

    Por cierto, lo del sueldo tenemos que volver a negociarlo.

  2. Deborah says:

    Eso de irse a una isla deshabitada es aburrido, solo lo disfrutas durante un par de meses, pero una vez que estés bien morenita lo que te apetece es volver con los tuyos, lo digo por experiencia,jejejeje pero bueno unas vacaciones en una isla estaria bien, yo por lomenos me apuntaría