De cómo Super Nani se tira por la ventana


.

¡Ay, los niños! Esos seres de cara angelical y espíritu moldeable, todo inocencia y juego, todo pureza. O no. Demonios a veces, frágiles criaturas en el fondo. Dependen de nosotros y no nos pidieron venir, eso es así. Debemos proporcionarles afecto y cobertura de sus necesidades básicas, pero todo en su justa medida. Son una derivación, una mezcla de mamá y papá (o de mamá y probeta) y llevan impreso nuestra marca, son “made in papis”.

Parir tiene que doler, aunque lo que de verdad duele es que el parido nos levante algún día la voz o nos llame cosas horribles, cuestione nuestra autoridad o sea la pesadilla de sus compañeros de clase. Convivir con un pequeño Hitler no debe de ser fácil, y en este sentido la psicología infantil se esfuerza por encontrar las razones de estos cambios de conducta, rascando entre las personalidades de los adultos y en las situaciones que viven los pequeños día a día. Y, para psicología mediatizada, esa señora de la tele que pinta dibujitos en una cartulina y dice “a ver, chicos, vamos a seguir estas normas”. Y ahí está la cara de los chavales, que pueden confundir pero ojo, no se engañen: “Hagamos lo que dice esta bruja fea hasta que se vaya el señor de la cámara”. Fin del milagro. Los niños volverán a su estado natural meses -quizá semanas- después.

Super Nani se equivoca de táctica, aunque ella sabe por qué. Si dirigiera su atención hacia el lado correcto se haría el haraquiri, se ahorcaría con la comba, se intoxicaría tragando plastilina. Y es que contra ellos no se puede ir. Un padre es capaz de decir “niño, no mientas”, cuando estafa a Hacienda desde que alcanza su memoria; “niño, no seas caprichoso”, cuando hay botones en su móvil con pantalla táctil que aún no sabe para qué sirven; “niño, a ver si estudias”, cuando en su puñetera vida ha leído un libro.

El instinto debe ser algo más que pensar en un bebé, porque lo va a ser durante poco tiempo. No es un capricho. La mayoría de los padres (sobre todo las madres) lo que quieren es tener un bebé, no un hijo. Por eso yo les digo, señores, a esos bichitos se les quiere y se les cuida, no se les levanta la mano ni la voz, ni se les colma de bienes materiales para sustituir afectos o lavar conciencias, algo que además le hará perder ilusión cuando crezcan y apreciar mucho menos el valor de las cosas.

Con un panorama en que los padres se ponen en contra de los profesores, prefieren dejar a sus hijos frente a la tele que hacer con ellos los deberes o preguntarles cómo les va y en lugar de ello le instalan una en su cuarto con la que pueden aprender más sobre el kamasutra en una noche que su padre en toda su vida (eso sí, los programas que ponen más de 18 los quitan en seguida, le dan al mando, pero internet sí que lo maneja el chaval, ¿eh?), con ese panorama la psicología cotidiana sólo puede dar unos humildes consejillos: primero, los niños necesitan una paguita semanal modesta con la que aprendan a administrarse y a saber que cuando se acaba algo, se acaba. Necesitan atención, no gritos ni órdenes ni reglas no negociables, ni futuros planteados sin su consentimiento, porque esas personitas, personas, entérense, son in-de-pen-dien-tes, y en algunos países nórdicos hasta se les enseña a coger el metro solos con poco más de seis años. Así que, señores padres, dejen de extorsionar a sus hijas y decirles que no se vayan con cualquiera, porque la muchacha si quiere se va a ir con el más pintao a darse un homenaje y, créanme, los hijos son esos seres que pueden llegar a hacer cosas que usted jamás de los jamases pensaría que serían capaces de hacer y de las que usted, por suerte, no se enterará en la vida. Así que relájense y pórtense bien, ¡no hagan enloquecer a Super Nani.

pienso@marcandoelcontrapunto.es

8 Responses to “De cómo Super Nani se tira por la ventana”

  1. Deborah says:

    vaya, vaya si esta semana nuestra psicologa ha sacado su vena maternal,jejejeje y si tengo que decir la verdad comparto tu punto de vista. y es que los padres de hoy en dia se creen que a los niños se les gana comprandole cosas, que si apruebas te regalo la play 3, que si no te portas bien te quedas sin tele una semana, pero eso que educacion es!!!!yo a veces observo el comportamiento de algunos niños que vienen a mi pizeria con sus padres y me kedo loca, molestando a las demas mesas, poniendose en medio cuando esta lleno de gente, me entra una gana de coger a la madre y decirle: puede coger al niño y meterselo en....jejejje y como tu dices Inma, esa falta de comunicacion es el mayor problema

  2. Sandro Roquette says:

    Bueno, y ahora toca que la señora autora se haga mami y aplique todos sus conocimientos. ¡A la obra se ha dicho! Y de camino el resto de colaboradoras del blog...

  3. hEZz says:

    Los colaboradores del blog también se pueden poner a educar a sus propios descendientes :)

  4. franxu says:

    muy didáctico su articulo amiga sedano, si es que despues de esto cierta personita no deberia tener duda de que seras una buena madre y no una madre buena jejeje asi que manos a la obra!!!!

  5. Sandro Roquette says:

    ¡Anda! Si no se ha publicado el mensaje que escribí hace unos días. Eso es que el jefazo me está vetando y lo ha borrado.
    En fin... En el anterior mensaje le decía, Sr. Fogones, que yo ya lo hago desde hace un tiempo, por eso insto a las colaboradoras de esta santa casa que se animen...
    ¡Hostia! Que me acabo de dar cuenta que otra vez me toca a mí! No me había dado cuenta. Cómo pasa el tiempo...

  6. Ay cada padre por ahí, que da miedo. ¡Si ellos solo son unas criaturas de Dios!

    Espero que las recomendaciones de Sandro no sean tomadas por la afi-psico, por lo que me conviene jijiji

  7. Sandro Roquette says:

    ¿Por qué dice eso, señor jefazo?

  8. Ay si yo te contara, si yo te contara señor Roquette. En este blog hay mucha telar por cortar