La campaña electoral afronta su recta final. Hasta el próximo domingo -exceptuando el sábado de reflexión-, los partidos políticos pondrán toda la carne en el asador para rascar los últimos votos de los indecisos. Pero, según las encuestas, ya poco se puede hacer para desbancar a Mariano Rajoy del sillón de la Moncloa, evidencia que los socialistas se niegan a asumir.
Sin duda nos enfrentamos a una de las elecciones generales más determinantes de nuestra democracia, principalmente debido a la preocupante situación económica del país y de la zona euro. Pero en vista de los acontecimientos, en los próximos meses -o años- no gobernará ni Rajoy ni Rubalcaba, quien gane los próximos comicios será la marioneta de Europa, ella dictará qué hacer, dónde recortar o cómo saldremos de este bache.
A pesar de esta realidad más que probable, ambos candidatos resaltan durante estos días su liderazgo y firmeza ante las imposiciones de Merkel o Sarkozy. Basta con señalar las últimas declaraciones del líder del PP para reafirmar esta convicción: 'Prometo que España no recibirá órdenes de Europa porque haremos los deberes'. ¿Qué deberes? Los que ya nos han mandado ¿no?
Ni Rajoy ni Rubalcaba
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