Con los tiempos que corren, más de uno no se atreverá a salir de casa sin su diccionario bajo el brazo. Con el empeño de unificar la lengua de Cervantes, la Real Academia Española vuelve a la carga con nuevas modificaciones, cambios que, como de costumbre, no han dejado indiferente a nadie. Pero la pregunta es: ¿cómo se enzarza la RAE en esta ardua tarea con lo rico que es el español? ¡Ozú, chacho. Esto es cosa de las meigas!
A pocos minutos de conocerse la noticia, ya rulaba por las redes sociales una campaña en defensa de la desaparecida y querida 'i griega', ¡qué ye, ni ostias! No hay perdón de Dios. Ella que siempre ha unido corazones, cual Cúpido del abecedario; o regalos en la carta a los Reyes Magos, hoy es maltratada, ninguneada y obligada a un matrimonio que tiene pinta de ser de conveniencia. Larga vida a nuestra 'i griega'.
Pavor siento al tararear esta cancioncilla con la que todos, de pequeño, aprendimos el abecedario. […] 'uve', 'uve doble', 'ye' y 'zeta'. ¡Dónde vamos a parar! Nada volverá a ser lo mismo.
Tildes, fuera. Ni guion, ni truhan, ni la madre que los parió. La RAE parece estar dispuesta a ponernos la vida más facil -coño, esta sí llevaba-, al menos, para nuestros escolares. Con tanta reducción, quien sabe si el español no termina pareciendo un SMS con patas.
'Tas nterado d la ultima d la RAE. K fuert tia, ahora como firmo la ddicatoria. K t parec: 'T kiero, Inma Ye Antonio'. K pensas?'
¡Dios! Si más de uno levantará la cabeza.
El español del siglo XXI
2010
nov. 08
nov. 08


Esto no tiene perdón de Dios...
Capullo, ya me has quitado el tema para el sábado...