Marcando el contrapunto

En su día se convirtió en elixir de hipocondríacos, en la amenaza fantasma de la raza humana, en el temido Apocalipsis. ¡Quién necesitaba pues esperar al 2012! ¡Socorro! Hoy, el agresivo mutante en libertad cae derrotado ante una simple y ridícula jeringuilla, y es que los medios de comunicación, para bien o para mal, magnifican todo aquello que se cuela entre sus garras. Al fin, la Gripe A ha sucumbido a nuestros pies tras meses y meses sembrando el pánico en las aulas, en algún que otro cuartel y, por supuesto, en plena calle.

¡A qué tanto alboroto! La gripe porcina, el virus H1N1…. Lo desconocido despertó las sospechas, los medios de comunicación no tardaron en dar la voz de alarma, y cuando la esencia salió a la luz ya era demasiado tarde para rectificar y minimizar el problema, vendía la crisis del miedo.

Esta mañana han sido los grupos de riesgos los primeros en dar carpetazo al ‘horripilante’ virus, una primera etapa de vacunación que se ha desarrollado sin apenas incidentes ni aglutinaciones, ¡Ya me gustaría a ver visto las salas de espera si el ansiado antídoto hubiera aterrizado en los hospitales hace unos meses! Más de un abuelete habría propinado un bastonazo al chulo de turno que osase colarse.

Y es que, señores, ya lo afirma el dicho, el tiempo lo cura todo, hasta el miedo a una gripe.

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