La voz de Los Vivancos


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Aclamados por un patio de butacas que rompía en aplausos ante una función que, como poco, podríamos calificar de “sorprendente”. Desde mi humilde sillón (fila 6, asiento 2) -y sin ser presuntuosos en la que es mi primera crítica cultural- el espectáculo `7 hermanos' de esta familia de artistas aterrizó el pasado jueves en el Teatro Alameda de Málaga para dejar boquiabiertos a algunos y algo decepcionado a otros tantos.

Con la crítica a su favor y un historial por todo el mundo que avala la trayectoria de la compañía, el éxito estaba garantizado. Flamenco, danza, acrobacias, música y humor ¿qué más puede pedirse? A simple vista, nada. Quizás, el único error a la hora de asistir a este tipo de show es esperar sentir ese “pechisco” del duende flamenco.

Técnica, diez. Sentimiento, dejémoslo en interrogante. Cargados de momentos de interpretación -en los que el buen juego de luces conseguido jugaba un papel fundamental- y de historias a escenificar, única y exclusivamente a través de sus cuerpos, debo reconocer que, en más de una ocasión a lo largo de la función, mi mente sobrevoló mis preocupaciones, y es que, adornando un refrán, la disciplina superó al sentir. Han recorrido medio mundo para impregnarse de la esencia del arte, para cultivar disciplinas que rozan a la perfección, para dominar la técnica a niveles insospechados pero, que quieren que les diga, en algunos ocasiones ni ellos mismos se creían su propio espectáculo.

Momentos sorprendentes como el taconeo protagonizado por Elías apoyado únicamente en sus tacones se funden con excesivos y monótonos zapateos de algún que otro bailarín hasta el punto de confundirlos con el asesinato y entierro de una cucaracha. Acrobacias de infarto, resistencia máxima y una pizca de humor -una sorpresa grata para muchos de los asistentes- conforman los ingredientes de esta receta junto a los sones de cuerda, viento y percusión que regalaron aires flamencos al compás de la caja, esencia de duende que se alejó de las maderas del escenario para respirarse en el ambiente.

La voz de Los Vivancos. Sabe a 'quejio' a desgarro, a flamenco dulce y al amargo. Nadie quedó indiferente, imposible hacerlo. La gran sorpresa de la noche fue, sin lugar a dudas, descubrir la voz de la cantante que da el alma flamenca al espectáculo. Encandilados por su garganta muchos encontramos en ella el toque “al puro flamenco” que esperábamos y que a veces parecía escaparse entre bambalinas.

Con sus pros y sus contras, la función merece la pena. Alrededor de dos horas en las que descubrir a grandes pinceladas una fusión de disciplinas sin igual codensadas entre piruetas, acordes y fuerza, mucha fuerza, una manera sencilla de introducir al público más joven, y al no tanto, en el gran desconocido mundo del flamenco.

4 Responses to “La voz de Los Vivancos”

  1. Unknown says:

    Yo no entiendo mucho, pero creo que vender el flamenco no debe ser fácil si uno no lleva sangre caló, por mucho que se haya aprendido sobre técnica. De todas maneras, los chavales (no tan chavales, que rondarán los 30) consiguen hacer un espectáculo inolvidable. Además, si observas las caras de los que no bailan cuando lo hace tro de los hermanos, verás que viven por esto y que no buscan, o al menos así me lo parció, sobresalir entre los demás. ¡Y un ole por la cantaora (envidia del publico femenino durante esa escenita de "mirad cómo los magreo uno por uno y vosotras no")! Cosas del arte.

  2. Sin duda más de una se revolvió de envidia en su butaca jijiji y es que a lo largo del espectáculo muchas veces dudabas si estabas en el teatro o en una despedida de solteras jijiji bueno después descubrí que la joven que gritaba alocadamente era la pareja de uno de ellos, tendrá sus motivos.

  3. Dw says:

    Joeeee!Qué suerte tienen algunas, porque no son dos ni tres son siete tiarrones!!!!Yo no he visto el espectáculo pero por lo que cuentas Antonio es una forma de introducirse en el mundo del flamenco de una forma amena y divertida. Pues parece ser que merece la pena verlos y más si el flamenco es algo casi desconocido para mí. Yo soy más de acrobacias y de números de circo, asi que si me mezclan ambas cosas, el resultado seguro que me agrada.

  4. Por lo que leo, Dw el espectáculo te encantaría, si tienes la oportunidad de ir, no lo dudes