Hoy hemos despertado con una muy buena noticia. ETA ha anunciado la cancelación del conocido impuesto revolucionario que venía exigiendo a los empresarios a modo de extorsión. Este anuncio se produce en el marco del alto al fuego declarado el pasado 10 de enero por la banda terrorista.
Ya se sabe que en este asunto es mejor ser precavidos y no lanzar campanas al vuelo pero permítanme que abra una puerta a la esperanza. Esta noticia, junto a la de principios de año, encienden una luz al final del túnel y hacen creer en un futuro diferente.
Confiemos en que estos avances no se traten de un nuevo disfraz de cordero del terrible y feroz lobo y que, en un futuro no muy lejano, todos podamos perder el miedo al terrorismo, hoy en día, una de las principales preocupaciones de los españoles.
Buena noticia
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