"Vamos a ver, alma de cántaro..." por Inma Sedano


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Nosécuantosmil euros en una comida o cena para 200 personas, fotógrafos que no te dejan actuar con naturalidad, saludos, más saludos, protocolo, palabras exactas y fríamente aprendidas o leídas ante un micrófono, orden en el programa de cada acto, ni un momento a solas, más saludos, distancia y poco tiempo para charlar con los invitados... No, señores, no hablo, aunque lo parezca, de un congreso de un partido político o una feria empresarial, o un acto de campaña electoral. Lo que describía era una boda. El día en que miras a los ojos a esa persona y juras que le vas a querer toda la vida.

El amor es difícil, cuesta a veces encontrarlo y cuando uno lo hace, no está todo ganado. Cada día, con cada gesto, acepta uno o no a su compañero en la vida, aunque no cada día se elige querer o no querer. Sobre todo, porque eso no se elige. Se quiere y punto y uno sigue queriendo involuntariamente meses, años después de que nuestra voluntad decidiera alejarse de esa persona. Y no podemos asegurar que nos vamos a querer siempre, pero sí podemos hacer el pacto de que vamos a cuidar los detalles y el cariño cada día, para no llegar así a dejar de hacerlo.

Yo es que no veo mucha relación entre las dos cosas, llámenme rara si quieren. Septiembre, como anunciaban en el programa Comando Actualidad de TVE1, es el mes de la bodas. Yo diría que la temporada arranca en mayo, pero bueno. Pues la reportera asistía a un enlace de dos jóvenes de 26 años de clase obrera y les preguntaban cómo era eso de casarse en crisis. Y la chica, tocándose la diadema del pelo, dijo que ahorrando muchos meses antes y recortando todo lo posible, porque no estaba la cosa para más. "Me he probado 15 trajes para comparar hasta decidirme". A lo que la reportera le responde; ¿Y al final éste cuánto te ha costado? "900 euros", respondió.

Vamos a ver, alma de cántaro....
Alguien debería explicarle a esta chica que gastarse 900 euros en un traje para un sólo día no es precisamente "recortar todo lo posible". Que sí, que es una ilusión y cada uno tiene derecho a ese día si es lo que quiere, pero los que de verdad nos harían casarnos una y mil veces son los que cosen los trajecitos y los dueños de los restaurantes y los fotógrafos...

Todo es una moda impuesta, igual que el que defiende que el día de la madre o San Valentín son un invento para sacarnos el dinero... Hubo alguien que se inventó que eres una novia fracasada si no te gastas un riñón en un traje y no pones esas posturas y sonrisas en las fotos cuando seguramente te sientes incómodo haciéndolo. ¿No preferirías estar a solas con tu recién marido / mujer o rodeado de tus amigos en la misma mesa?

Para jurar amor eterno no hace falta que otros se aprovechen tanto de uno.

4 Responses to “"Vamos a ver, alma de cántaro..." por Inma Sedano”

  1. Qué mala es la tradición jiji es verdad que en estas celebraciones se peca en muchas ocasiones de artificial, los novios como marionetas, la familia como monigotes, vamos un plan. Pero claro está, lo importante es que ese día sea tan cual la pareja lo ha soñado, para gustos los colores.

  2. Anónimo says:

    "eso no se elige. Se quiere y punto y uno sigue queriendo involuntariamente meses, años después de que nuestra voluntad decidiera alejarse de esa persona."

    Precioso, maravilloso, ¡te daría un pullitzer por esas dos líneas! ;-)

  3. hEZz says:

    Ais, yo no voy a hablar de amores ni parejas que me pongo tontorrona.

    Pero Inma, has dado en el clavo con todo!!

  4. franxu says:

    inma se te ha olvidado comentar lo de las posturas imposibles...madre mia ni q fueramos contorsionistas del circo del sol jeje