La ansiada C-Card


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Las campañas por una vida sexual segura se han convertido en el gran quebradero de cabeza para la gran mayoría de los gobiernos. Apostar por anuncios más agresivos, inundar las marquesinas de las paradas de autobuses o invertir en educación sexual son la principal vía de actuación elegida para poner solución a problemas tan comunes como el embarazo entre adolescentes, una situación que, a pesar de todos los esfuerzos, sigue creciendo. ¿Aún no se dan cuenta dónde está el punto de partida?

Hace una semanas, el Gobierno dio luz verde a la comercialización en las farmacias de la píldora poscoital sin necesidad de receta previa, una estrategia que pretende reducir el porcentaje de embarazos no deseados. ¿La solución más acertada? ¿Por qué partir desde el tercer peldaño de la escalera cuando aún no hemos superado los dos anteriores?

Dicen que los ingleses van un paso por delante que el resto del mundo, quizás, no lo sé. Lo que si saben es que para erradicar un problema deben de partir desde su origen. Es por eso que el Gobierno inglés pondrá en servicio a partir del próximo otoño la Condom Card, una nueva tarjeta a disposición de todos los jóvenes mayores de 13 años y con la que podrán adquirir en los centros autorizados preservativos de forma gratuita. Al fin una medida coherente, quizás la solución más acertada.

Prohibirles el sexo, es imposible, es por eso de que la solución está en unir fuerzas. Seguir apostando por la educación sexual, peldaño cero de esta imaginaria escalera y paso previo para obtener la C-Card, es fundamental, principalmente entre los jóvenes que comienzan a descubrir este mundo. Un sector poblacional que vive de la ‘generosa paga’, de su beca de estudios o de los pocos ahorros con lo que pueda contar costearse una caja de preservativos puede suponerle un importante desembolso, ésto junto a las malas cabezas nos lleva a la perdición. Se acabaron la tan recurrida ‘marcha atrás’ o las típicas frases de ‘eso no nos pasará a nosotros’, a partir de ahora ‘Pónselo, póntelo que es gratis’. Del color que sea, del sabor más exótico, con terminaciones más placenteras o de fácil colocación. Señor Zapatero aprenda de nuestros vecinos británicos, al menos en este tema, que los jóvenes españoles ya no recordamos de que color eran los billetes de diez.

5 Responses to “La ansiada C-Card”

  1. Deborah says:

    Antonio, eso de regalar condones esta muy bien pero si te digo la verdad este problema esta en las cabeyas de los niñatos, que aunque les den los dichosos preservativos no haran el esfuerzo de recogerlos en los centros establecidos. Bueno,pero todo hay que decirlo es una estupenda medida mejor que lo de la pildora porque eso de que las kinkorras suelten 20 euros es mas dificil, como siempre los españoles nos movemos por lo barato y si lo regalan mejor que mejor,?Hasta que edad se puede se podria utilizar esa tarjeta?A ver si me tengo que ir a vivir a Londres,jejejejeje

  2. Hombre yo tengo la esperanza que siendo gratis hasta los más kinkorros irían a por ellos, es lo que dices, si es gratis todo el mundo quiere jijiji Yo lo veo más efectivo que la píldora además sería el paso previo

  3. Unknown says:

    Condones y compresas gratis, o al menos más baratos!! Si te gastas dinero en lo primero te lo vas a gastar obviamente en lo segundo... Buena idea la de los londinenses, pero demasiado cara aquí, que seguro que los más conservadores dirán "Ay que ver, con la crisis que hay y el gobierno invirtiendo en ponerselo fácil a los chavales..."

  4. Por supuesto que la derecha conservadora y la Iglesia pondrán el grito en el cielo, pero bueno, a eso ya estamos más que acostumbrados. Bueno, mujer, las compresas también jijijii

  5. franxu says:

    anoche me quede pasmado viendo comando actualidad en la1 y oi decir a una niña de 15 años q ya se había tomado tres veces la pildora del día despues, ésta no sabe q existen los condones? y q la marcha atras no es un metodo anticonceptivo?sin duda alguna españa no se monta al carro de los ingles mas vien va a la par de los paises sin desarrollar