La gran tajada de los empresarios


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Dicen que el secreto de todo buen cóctel se condensa en sus ingredientes, en ponerle ritmo y en agitarlo con soltura. Cual barman guardo el secreto de una de las bebidas más secas y amargas. Crisis, miedo y resignación son los ingredientes. Un poquito de ritmo, mucho talante y le violà! Ya tenemos el refresco de este verano. Lo llamaremos: la gran tajada de los empresarios. ¿Qué os parece?

Cuando dicen que la crisis la sufrimos todos, me van a perdonar la expresión, no nos queda más que contestar: ¡Y una mierda! La llegada de la crisis ha venido acompañada de sus grandes amigos el miedo y la resignación, dos grandes enemigos del trabajador que muchos de los déspotas empresarios están sabiendo utilizar a su favor. Sutiles indirectas que auguran un largo futuro en la cola del paro si no aceptas esas condiciones de trabajo se han convertido en la principal arma de destrucción masiva. Reducción de los derechos, recorte del salario, aumento de la jornada laboral o las mil y una artimañas de reciente creación hacen de nuevo al empleado el mayor perjudicado.

Impotencia y rabia se funden con cada desplante, subidas de tono o el importante ‘pasotismo’ que parece reinar en la oficina del ejecutivo –eso si es que la tiene-. Retraso en los pagos de varios meses, búsqueda de la comprensión y tan amigos. Menuda cara dura. Alimentar a sus hijos, respirar tranquilo o el merecido almuerzo de los domingos no son un lujo, son una necesidad que los jefes parecen olvidar pero, claro está, ellos si que no se privan de nada. Y encima de todo, te exigen motivación. Manda narices.

Pero si la situación es alarmante, más lo es aún con noticias como la que ha saltado hoy a los medios de comunicación y que desgraciadamente nos ofrece la cara más cruel de cualquier persona. Una vergüenza. ‘Tira a la basura el brazo de un “sin papales” que sufrió un accidente en su empresa’. Sin lugar a dudas, el colectivo inmigrante es el mayor perjudicado en el eslabón laboral, condiciones infrahumanas o sueldos por los suelos que ya atentan contra su dignidad. Pero el caso ocurrido en Valencia va más allá de todas las irregularidades.

Falta de respeto, egoísmo, cobardía o irresponsabilidad se suman a una larga lista de calificativos que parece hacerse dueño del espíritu empresarial. Hay que ‘salvarse el culo’ pisoteando al que sea. ¡Qué pena!

5 Responses to “La gran tajada de los empresarios”

  1. Unknown says:

    La crisis es un tema que no apetece, que no me gusta. No porque no quiera ver el problema, que ahí está, sino porque es uuna moda y, como tal, peligrosa e influyente. Los empresarios aprovechan para decir que la cosa está muy mala para hacer lo que quieran, cuando a lo mejor la cosa no les va tan mal. Pero... ¿a quién n le viene bien echar a un par de empleados con la excusa de la crisis? Quizá hablar menos de la crisis, en mi opinión, podría ser un buen comienzo para superarla y dejar de convertirla en una excusa para todo últimamente.

  2. ¿Eso que es una indirecta para que deje de escribir sobre la crisis? Ejem ejem. Ayer además leí que esta situación se está volviendo insostenible en el terreno de la explotación infantil, un problema que ya de por sí debe ser perseguido, y que ahora es aún más cruel.

  3. Deborah says:

    La ilustracion lo dice todo, es buenissssima. No tengo palabras, todo es una mierda y como siempre los poderosos siguen teniendo las riendas, ahora con la CRISIS lo que han hecho es apretarlas mas. Espero que no llegue a ahogarnos del todo.

  4. Como dices Deborah la ilustración refleja fielmente la situación que ahora vivimos, los pobres trabajadores con la crisis a cuestas y los ricos aprovechando y disfrutando de ella jijii menudo gráfico jijii

  5. franxu says:

    la verdad es que es de verguenza el comportamiento de algunos empresarios...de verguenza!!! y está claro que se estan aprovechando de esta crisis para despedir a to kiski, de todas formas no recomiendo beber esta nueva bebida puede resultar indigesta jeje yo propongo una nueva,un poqito de risas, el doble de buena compañia y una pizca de hierbabuena jejejeje