‘El tuerto’ o ‘la sargento’


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Estrictos y secos, cual señorita Rottenmeier, recurriendo a los más bajos métodos de enseñanza, al golpe frío y seco de la tan temida regla de madera. Con mirada desafiante, a paso militar y rectos cual cucaña popular, ellos tenían el poder y ninguno de esos ‘mocosos’ iba a echar por la borda la reputación que castigo tras castigo se habían ganado. ‘El tuerto’ o ‘la sargento’ se pavoneaban del miedo y el respeto que habían sembrado en toda la comunidad escolar, cuales reyes movían ficha al jaque del más débil: tú. Y es que aunque parezca mentira, antes educar era sinónimo de colleja.

A golpe de porrazo hasta las cuentas entran mejor, supongo que deberían pensar. Está claro que educar a las nuevas generaciones nunca ha sido tarea fácil, y menos ahora con los tiempos que corren. Tomad las riendas de veinte adolescentes puede convertirse en una verdadera odisea, una tarea que puede llegar a irse de las manos si no controlamos la avaricia del poder. Y es que, señores, eso de copiar mil veces ‘No volveré a tirarle de los pelos a mi amiga Paqui’ o “Castigado contra la pared”, ya no está de moda.

Y para métodos innovadores –ironía en estado puro- el adoptado por un profesor de Malasia que obligó a un alumno a fumarse 42 cigarrillos en dos horas tras descubrir en su cartera un pitillo y un mechero, y eso que era su ‘ojito derecho’, no me quiero imaginar si se hubiera tratado del macarra del grupo ¡Qué tiemblen las tabacaleras! Como es lógico, las autoridades ya han anunciado que estudiarán estas medidas disciplinarias, fuera de lugar y excesivas, ante la gran polémica suscitada en el país. Sin ir más lejos, hace dos años Malasia fue testigo de un nuevo abuso de autoridad cuando una profesora obligó a 140 niñas a ponerse de cuclillas en una charca por haber atascado los baños del colegio. La humillación, la falta de respeto y la violencia ya no son moneda de cambio del conocimiento, si los profesores son los primeros en perder la cordura cómo le vamos a pedir a los alumnos que mantengan las formas. Esto es educación y lo demás son tonterías.

4 Responses to “‘El tuerto’ o ‘la sargento’”

  1. Sandro Roquette says:

    La educación... ése trámite social que te roba demasiados años de tu vida (menos mal que, al menos, nos han quitado la mili)

  2. La educación en nuestro país deja mucho que desear, por algo será que estamos a la cola de la UE. Ha pasado de ser el instrumento de socialización ha convertirse como dices Sandro en un puro trámite social que cumplir. Y bueno, no digamos la educación universitaria, una forma sencilla de no engordar las colas del INEM

  3. Bauer says:

    Bienvenido Sandro, creíamos que nos habías abandonado jeje

    Estoy de acuerdo con vosotros, 4 años de licenciatura en periodismo inútiles me han hecho darme cuenta de la ineptitud educativa española.

  4. Jijijijiji me sumo a tu crítica Bau