La delgada línea


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Hay límites separados por una delgada línea, tan fina y escueta cuyos horizontes se difuminan hasta el punto de nublar la razón. Nos ciega, nos tambalea y nos convierten en otra persona, mejor o peor, no lo sé. Una lucha interna en la que siempre no vence el más fuerte y es que, señores, hay sentimientos que llegan a chocar cual agua y aceite. ¿Hasta qué punto la lucha por alcanzar nuestros sueños y cumplir nuestras ilusiones se confunden con el egoísmo?

En su día la noticia levantó más de una ampolla, más de uno se echó las manos a la cabeza calificándola, cual poco, de locura. Quién le iba a decir en sus tiempos a nuestras abuelas que con 67 años se podría dar a luz, una blasfemia, como poco. María del Carmen Bousada saltó a los medios de comunicación al convertirse en la embarazada con mayor edad, tras someterse en Estados Unidos a un tratamiento de inseminación artificial –en el que mintió en su edad-, esta gaditana cumplió su más ansiado sueño: ser madre, una ilusión que desgraciadamente ha tenido sus días contados.

Pocos meses después de dar a luz, María del Carmen recibió la dura noticia de estar enferma de cáncer, esperanzada de vivir al menos los mismos años de su madre, las ilusiones de esta mamá se vieron ensombrecidas ante el deseo de poder criar y ver crecer a su hijos. Hoy la familia de la mujer ha confirmado el fallecimiento a causa de esta dolencia, una noticia que despierta, sin lugar a dudas, los fantasmas del pasado.

La ley de vida ya jugaba en su contra, mas no desistió de su sueño. Dos años y medio después, el resultado no es otro que dos huérfanos ¿hasta qué punto actuó egoístamente esta mujer? Hay veces que nuestras ilusiones no solo dependen o no solo nos afectan a nosotros, es cuando entra en juego esta delgada línea de la que hablamos. María del Carmen ha disfrutado durante este tiempo de sus pequeños, ha aliviado esa necesidad y ha cumplido su sueño, una ilusión que ahora les toca sufrir a estos niños. Y claro está, dejemos a un lado el tema económico, ahora es lo que menos importa, el verdadero problema para estos niños es la falta de la figura maternal, y es que por mucho que estén rodeados de familiares, una madre es una madre, y su ausencia marca de por vida. Un precio demasiado alto ¿no?

5 Responses to “La delgada línea”

  1. Unknown says:

    Bueno, yo la verdad es que de este tema puedo hablar bastante y con conocimiento de causa: sí, es egoísta, para qué nos vamos a engañar. Cuando uno decide tener un hijo con cierta edad piensa que va a estar mayor para cambiar pañales, pero no en que ese hijo va a ser un día demasiado joven cuando se dé cuenta de que va a perder a papá antes que sus amigos. De todas maneras, merece la pena, yo estoy a favor. Si la mujer quería dos niños pues ole, serán huérfanos, pero le deben el regalo de la vida. Además es un puntazo estar alrededor de los 70 y preocuparse de que la niña no me suspenda o no me llegue tarde a casa. Es la mejor receta para los mayores: menos pastillas y más preocupaciones por hijos adolescentes. ¡Qué maravilla! Además, la juventud está para divertirse, sin cargas. Los hijos para cuando maduremos (un siglo de estos). Yo, si puedo, seguramente me apunte a la moda de parir con arrugas.

  2. Josito says:

    Lo de esta mujer es inconcebible. Era condenar a sus hijos a ser huérfanos en poco tiempo, como así ha sido.
    Creo que no es ético.

  3. Totalmente de acuerdo contigo Josito, esta mujer solo pensó en ella y en sus sueños sin importarle dejar a dos niños desamparados en el mundo. Es cierto lo que dice Inma, de que a esa edad tener niños alrededor dan mucha alegria y rejuvenece, señores, para eso ya estan los nietos, no?

  4. hEZz says:

    Vividor mío, te veo como Paco Martinez Soria, papá a los 60 :P

    Besos y perdón por mi ausencia comentaril, pero no tenía la cabeza muy bien.

  5. Jijijijii 'Ay Dioss! la que me espera a mi con la señorita Sedano jijiji. Ok wapa, no te preocupes, muchos besossss