Perdidos en la ciudad


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La televisión sirve para muchas otras cosas que para sentarte delante de ella y dejarte embriagar -y cuando digo que tiene diferentes utilidades, no me refiero como expositor de la típica gitanilla de las casas de nuestras abuelas-. Entretenimiento, información y, por qué no, punto hacia la reflexión. A esta misma conclusión llegué anoche mientras veía ‘Perdidos en la tribu’, el nuevo programa de Cuatro presentado por Nuria Roca.

Para aquellos que no lo conozcáis, os cuento a grandes pinceladas de qué va el formato. El programa se centra en la estancia de 21 días de tres familias españolas en tres tribus indígenas. Durante este tiempo, padre, madre y “polluelos” deberán adaptarse a la comunidad y aprender sus costumbres (y menudas que son algunas), desde la alimentación, el trabajo diario y las creencias. Vamos, un viaje de cinco estrellas, como la mayoría de los concursantes suponía.

No sabemos apreciar lo que tenemos, el ser humano es un ingrato. Los detalles cotidianos para nosotros no son más que lo lógico, lo habitual, pero no nos paramos a pensar que al otro lado del mundo hay miles de personas que deben andar varios kilómetros para conseguir agua, o deben salir a cazar para llevarse algo a la boca. Aquí, solo nos basta abrir el grifo o la nevera para cubrir nuestras necesidades mas básicas. Y hay que dejar claro que estos son solo unos pequeños detalles.

La televisión te abre el mundo gracias a programas como éste -bueno también a los documentales de La 2, pero son algo menos entretenidos-. Cada día nos rodeamos de lamentaciones, nos quejamos por todo y no paramos de hacerlo: con la novia, con la amiga, con el colega, con la familia,... ¡pero si vivimos como reyes, señores! A más de uno me gustaría ver metido en mitad del desierto, rodeado de bichos y durmiendo en el suelo.

Somos unos privilegiados, empecemos a saber disfrutar de ello, dejemos de estar ‘Perdidos en la ciudad’. Que sí, que nuestra vida sería mucho mejor si tuviésemos un mejor sueldo, más días de descanso y más horas de fiesta por nuestras venas. Salir, gastar y comprar parecen los ingredientes de la receta de la felicidad de la vida occidental. ‘Perdidos en la tribu’ viene a desmontar todos estos principios, porque la felicidad va más allá.

8 Responses to “Perdidos en la ciudad”

  1. Y las cifras no engañan. 'Perdidos en la tribu' goza del respaldo de la audiencia con un 13,3 por ciento de cuota. Importante dato para la noche del domingo en la que 'Aída' vuelve a tomar protagonismo con un 19 por ciento y donde 'La chica de ayer' cae por segunda semana consecutiva con un 13,5 por ciento -tan mal no estuve encaminado con mi anterior predicción-.

  2. Deborah says:

    El caso es quejarnos!!!!Seguramente que los componentes de esas tribus son mas felices que los tercermunidstas de aquí a Lima. Pero por mucho que pensemos que vivimos cómo reyes, el mundo occidental sólo se mueve por dinero, guerras, enfrentamientos políticos, familiares detrás de una herencia, es así. Nos guste lo que vemos o no, es así. Yo siempre he dicho que si no existiera el dinero seríamos más felices, pero cómo no es así habrá que conformarse con los pequeños momentos en los que respirar no sea doloroso sino placentero. (haber cuando me llegan a mi esos ratitos). Un beso enorme, Antonio.

  3. Deborah says:

    Ahhhhh!!Y me alegro de que perdidos en la tribu tenga buenos resultados de audiencia que me gustó mucho...ánimo a esas familias y que les aproveche los bichitos que se comen, jejeje

  4. Unknown says:

    Pues yo no estoy de acuerdo, aunque suene radical, yo no voy a decir eso de 'qué afortunados somos'. Yo reivindico el derecho a quejarme, el derecho del cualquiera a decir que se siente mal o que no es feliz a pesar de tenerlo todo aparentemente, el derecho a poder decir 'no estoy agusto' sin sentirnos culpables. La libertad para afirmar que uno se aburre como una ostra en este mundo occiedental tan supuestamente perfecto. Me ha encantado lo de 'salir, comprar, gastar',Antonio, porque yo me cago en el que dijo que salir de marcha es siempre divertido y que vivimos como reyes. Sí, aquí no sufrimos guerras (de momento), pero la ansiedd nos come y el inconformismo no nos deja disfrutar, buscamos algo sin saber qué es y eso es culpa de lo demasiado bien que estamos. Y yo me quejo, me quejo de eso y de esta sociedad que parece que no nos da derecho a quejarnos.

  5. Oye Sedano que lo de 'vivimos como reyes' lo digo yo jijijji Si la cuestión no es que no podamos quejarnos sino lo poquito que sabemos apreciar lo que tenemos. La entrada es como una llamada para que intentemos ser más felices con nuestra vida que al final eso es lo que vale

  6. Anónimo says:

    Me encanta como le han tirado a la mierda todo el tinglado a cuatro.

    Resulta que todo es un montaje muy bien orquestado en el que los verdaderos indígenas fueron pagados para vivir en otros poblados alejados de los suyos y éstos se gastaron ese dinero en alcohol, convirtiéndose en borrachos y echando por la borda todos los progresos que habían alcanzado gracias a una ONG, que ha sido la que ha destapado el pastel.

  7. franxu says:

    en vertele teneis el articulo completo sobre la verdad de perdidos en la tribu...¿quien miente?ong o productora...el caso es q todo esto nos debe servir para saber vivir en la actualidad con los valores de antes