¿Sientes pánico al imaginarte en número rojos? ¿Tienes miedo ante mensajes como ‘Crédito insuficiente, por favor teclee otra cantidad inferior’? ¿El sudor frio se apodera de ti cada vez que llega la factura del móvil? Échate a temblar, hay razones, no estamos solos. Y lejos de intentar meteros miedo, no soy más que un humilde portador de las ‘amenazas’ de unos de los ex hackers más importantes de todo el mundo, Kevin Mitnick.
Advertencia: El siguiente contenido puede herir la sensibilidad de los lectores y la de sus bolsillos disparando sus niveles de ansiedad y de preocupación.
Los males de Internet traspasan las pantallas de los ordenadores para colarse en nuestra rutina, habrá que andar a pies de gatas. Según descubre este informático, la vulnerabilidad de los cajeros automáticos convierte a estos dispositivos en el nuevo objetivo de los ‘maleantes de la red’. Con un simple código maligno los hackers pueden acceder a los datos personales de cada uno de los clientes al introducir sus tarjetas. Y le violà! ¡A más de uno le daría un ‘patatus’ al descubrir el desinflado de sus ahorros! Y no, no le podrán echar la culpa a su respetada señora y las rebajas.
Pero las nuevas tácticas de actuación no quedan ahí, se esconden a escasos centímetros de nosotros. Sí señores, hablamos de los teléfonos móviles. Desde ‘pinchar’ nuestra red para escuchar nuestras conversaciones -¡Cuidadín con lo que soltamos por esa boquita!- hasta poder aprovechar nuestra tarjeta para conectarse en Internet. No estamos libres del mal. Se acabaron los secretitos con tu mejor amiga y las charlas en las líneas eróticas golfete, el peligro nos acecha, sálvese quien pueda.
Y dicen que quien hace la ley escribe la trampa, y nunca mejor dicho, mas me pregunto ¿por qué hacer la guerra cuando se puede hacer el amor? Dedicar una vida para lograr el mal ajeno es demasiado insultante, unamos fuerzas, empeño y conocimientos para lograr que los descubrimientos en el ámbito que sea se conviertan en avances para la humanidad. Alejemos la soberbia, la vanidad y la maldad. ¡Dios, qué iluso soy!
Maleantes de la red
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Lo de pinchar las cuentas, trucar el cajero o coger datos bancarios por internet lo podría llegar a entender: la crisis es mu mala, necesitamos dinero y el robar es tan antiguo como el comer. Pero lo de espiar porque sí, no lo puedo entender. Incluso cotillear en las cosas de tus propios seres queridos, es que no compensa... no sea que veamos lo que no tenemos necesidad...
A mi me da un poco de grima esto. Y encima estoy leyendo la trilogía de Millenium donde una hacker se mete en la vida de todo quisqui...
Jijiji menudo repeluz entonces Alex. Yo por lo pronto he sacado el poco dinero que tenía y lo he guardado debajo del colchón, sin lugar a dudas, el sitio más seguro, ya lo decían nuestras abuelas jiji
Entre las firmas para endurecer la ley para el caso de Marta del Castillo y los avances para que aumente la humildad en esta tierra, Antonio pareces un pregonero que quiere cambiar el mundo...jejejeje pero se que siempre has sido un iluso y por eso lo entiendo todo,jeejejeje la verdad es que yo ya de los cajeros no me fio ni un pelo despues del incidente que tuve en calle Larios, a partir de ahora sacare el dinero directamente desde la ventanilla del banco.Como dice Inma, los ladrones siempre van a estar ahi, el problema que cada vez utilizan tecnicas mas avanzadas, es la otra cara de los putos avances tecnologicos, como los odio, con lo felices que fueron nuestros padres sin ningun tipo de aparato
Oyeee, yo un iluso!!! bueno, un poco jijiji eso eso, o mejor debajo del colchón, jiji