Con el ímpetu con el que resurge cada amanecer el Ave Fénix. De sus propias cenizas. Tras varios años de silencio, refugiada cual animal salvaje en su frondoso universo personal –en palabras de Arthur Ledgeman-, la que en su día rugiera al grito de libertad despierta de su letargo con la fuerza y el carácter de siempre. Así es Mónica Naranjo.
Hace más de un año desde que su veneno comenzó a inyectarse en las venas de sus seguidores. Qué no exista antídoto. Sorprendidos con ‘Europa’, un single que rompía por completo los esquemas de la música del momento, se abría una nueva etapa que prometía ser esperanzadora. Catapultada a los primeros puestos de todas las listas musicales, el regreso de Mónica Naranjo a lo más alto era inminente.
‘Tarántula’, un disco desde el veneno, como lo definió la propia artista en una entrevista concedida a Pilar Tabares. Un grito a la revolución, al cambio y a los sentimientos, así se define al que, a día de hoy, es el último disco de estudio de la catalana. Coraje, desgarro, pasión y seducción se respira en cada una de sus letras, se siente en cada uno de sus susurros, se aprecia con cada acorde. Un trabajo realizado al detalle que, en mi opinión, es la obra maestra de Mónica.
Málaga. 8 de agosto. Festival Freedom. Única cita del Tour Tarántula en la provincia. La espera se hacía interminable, los problemas de infraestructuras y seguridad -por la mala gestión de los responsables del festival- amenazaban con suspender el concierto. Con algo más de una hora de retraso, las luces se apagan, comienza el espectáculo. Una Mónica Naranjo moribunda aparece colgada en mitad del escenario, latidos que despiertan con los acordes de ‘Resurrección’, la diva regresa de su guarida. Es el momento, comienza a sentir cómo el veneno recorre tus venas, ya no hay vuelta atrás, ríndete a sus encantos...
Algo más de hora y media en la que disfrutar por primera vez del directo de Mónica, un recorrido por los principales temas de su trayectoria junto a sus últimos éxitos. Sin palabras. La voz de esta catalana, en un espectáculo sin desperdicio, dejó absortos a más de un asistente, entre ellos, me incluyo. Desde los susurros de ‘Perra enamorada’ hasta el grito desgarrador de ‘Europa’, una voz con encanto que transmite llegar mil y una emociones. Miradas que llegaban a rozar los límites de la locura se fundían en guiños de simpatía y carisma. Una experiencia que vale la pena repetir.
Adagio Tour, la cita esperada. La noticia de una vuelta de tuerca a ‘Tarántula’ despertó la curiosidad de seguidores, aficionados y entendidos del mundo musical. Acompañada por la Orquesta Sinfónica de Cine de Madrid, Mónica Naranjo da un giro en sus principales éxitos para “profundizar en su repertorio otorgándoles una nueva intensidad y dejándose en ellos de nuevo el corazón”. Primero descubrimos ‘Usted’, un tema que ha cobrado fuerza y sentimiento a golpe de acordes que llegan a estremecer; hoy, en la gala de inauguración de ‘Fama, a bailar’, la catalana nos ha deleitado con la versión de ‘Kambalaya’, ritmos árabes que abren una nueva visión para este fabuloso tema. Sin lugar a dudas, una cita para no perderse, yo no pienso hacerlo.
Un veneno que suena a gloria
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La verdad es que fue bastante emocionante el concierto del que hablas, antes me gustaba, pero ahí me enganchó mucho más. ¡Qué salgan ya las entradas de Sevilla! Bonita cabecera. jeje
Deseosos de que salgan ya esas entradas jijiij nos espera un espectáculo de lujo, sin duda
Son las 16:30 horas, todo vuelve a su normalidad. Pero no te descuides, el veneno tiene efectos secundarios....
Antonio, no lo has podido definir mejor. A mi también me emocionó ver a Mónica en el escenario y en primera fila, de veras que es una mujer con mucha fuerza. Yo pensé que no volvería a engancharme después de 'Palabra de mujer' (recuerdo cómo cantaba en casa cuando era una renacuaja aún mientras hacía los deberes,jejej), pues 'Minage' y 'Chicas Malas' no me convencieron del todo. Pero 'Tarántula' ha sido el mejor resucitar que ha podido tener. Te deseo todo el éxito del mundo porque verdaderamente te lo mereces, Mónica.
Lástima de los que reniegan de artistas tan relevantes como ésta por su catalogación de divas homosexuales, por lo visto ahora ser gay es sinónimo de saber reconocer grandes trayetorias como la de ''la Naranjo''