Mientras medio país aún continúa celebrando la última victoria de la Selección Española en el Mundial, hay quienes ya se santiguan ante la maldición de cuartos. ¡Serán gafes! Un poquito de confianza, señores, que este año tenemos corazonada. Partimos como favorita, y debemos demostrarlo. -Eso sí, el partido contra Suiza solo fue una estrategia para despistar al contrario-.
Bares abarrotados, calles desiertas y un único deseo: ver ganar a España. Y todo gracias al gran David Villa. ¡Menudo Mundial te estás marcando, chavalote! No me quiero ni imaginar como le van a llover las ofertas publicitarias a este crack del balón, y por méritos propios, y es que el futuro jugador del Barça ha marcado tres de los cinco goles que España ha anotado en este campeonato, por el momento. Y a seguir así.
Más de 13 millones de personas estuvieron ayer pegadas al televisor para no perderse un partido en el que España dominó casi en su totalidad, eso sí, nuestros vecinos también nos dieron más de un susto. Recuerden si no, como se paseó el balón frente a la portería de Casillas de un jugador a otro como si de un partido de ping-pong se tratara.
Ahora solo nos queda cruzar los dedos y confiar en que este sábado La Roja volverá a demostrar que es la firma candidata a llevarse el título. Un 1-3. ¿Alguna apuesta más?
Ya hay quienes hablan de la maldición
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El carácter español es lo que tiene: si el sábado se acaba para nosotros el mundial todo el mundo dirá que es lo de siempre, la maldición de cuartos, que no se sabe jugar al fútbol y ese tipo de cosas... Sin embargo, si ganamos todo será olé y que si éste es el Campeón de Europa y todo muy bonito. Pero el fútbol también es un mucho de suerte y al fin y al cabo la algría de la victoria se olvida una semanita después de la fiesta en Plaza Colón.
Pero es una alegría taaan intensa, que da igual que dure tan poco... que gane España el Mundial, me refiero